Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos

El Bautismo, por tanto, no es un rito del pasado sino el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la gracia, que lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo. (Mensaje para la Cuaresma 2011) #

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