Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos

El verdadero discípulo no sirve a sí mismo o al público, sino a su Señor, en la sencillez y en la generosidad: «Y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará» (Mt 6, 4.6.18). Nuestro testimonio, entonces, será más eficaz cuanto menos busquemos nuestra propia gloria. (MIércoles ceneza 2013) #

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