Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos
Cuando se reza el Rosario de modo auténtico, no mecánico y superficial sino profundo, trae paz y reconciliación. Encierra en sí la fuerza sanadora del Nombre Santísimo de Jesús, invocado con fe y con amor en el centro de cada Avemaría (Discurso 3-5-08) #
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