Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos Dios no rechaza a nadie, la Iglesia tampoco rechaza a nadie. Más aún, en su gran amor Dios nos reta a cada uno para que cambiemos y seamos mejores. (Discurso 18-4-10) # Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con Facebook
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