Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos

Nuestras Liturgias de la tierra no podrán ser más que un pálido reflejo de la Liturgia que se celebra en la Jerusalén de arriba, meta de nuestra peregrinación en la tierra. Que nuestras celebraciones, sin embargo, se le parezcan lo más posible y la hagan presentir (Homilía, 12/10/08) #

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