Benedicto XVI. Oremos por su alma y aprendamos Para llevar a cabo esta obra de reconciliación radical, Jesús, el Buen Pastor, tuvo que convertirse en el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Ángelus, 22/7/12) # Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con Facebook
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